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LOS RELATOS MÁS INFLUYENTES DE LA CIENCIA FICCIÓN DE LA DÉCADA DEL ‘40 Pierre V. Comtois

miércoles, 27 de abril de 2016





Luego de que pasaron 65 años y comenzò un nuevo siglo, la década del ’40 parece ahora más notable todavía por el número de escritores brillantes que estaban activos en esa época, la certera variedad de jurisdicciones de donde tenían que elegir, y el hecho de que cada historia que aparecía parecía que revelaba nuevos panoramas de imaginación.

Y aunque los años ’30 tuvieron su lote de escritores primerizos rompiendo filas y entrando entre los profesionales, los años ’40 presentaron incluso más, tales comoLeigh Brackett, James Blish, C. W. Kornbluth, Frederick Pohl, Frederic Brown, Damon Knight, Ray Bradbury, Hal Clement, George O. Smith, Jack Vance, Arthur C. Clark, Poul Anderson, H. Beam Piper, y Judith Merril, todos los cuales hicieron sus primeras ventas.

Sumado a esto, los escritores que habían debutado la década anterior ahora empezaban a establecerse como autores mayores en el campo, realizando importantes contribuciones que se convertirían en piedras fundamentales no sólo de su propia obra sino de la Ciencia Ficción en general. Escritores como Robert A. Heinlein, Isaac Asimov y A. E. Van Vogt lideraron el camino, publicando un clásico tras otro.

Tanto los recién llegados como los ya establecidos probarían su durabilidad continuando con sus aportes bien entrada ya la década de 1960 cuando sus trabajos aparecerían codo a codo junto a la Nueva Ola de escritores jóvenes más interesados en cuestiones psico-sociales que en la ciencia tradicional.

Los años ’40 fue una era que, a pesar de una Guerra Mundial y como consecuencia racionamientos de papel, las revistas de Ciencia Ficción proliferaron con títulos tan venerables como Amazing Stories, Thrilling Wonder Stories y Startling Stories, que ya venían saliendo, y una plétora de otras nuevos que se sumaron como Stirring Science Stories, Other Worlds y Captain Future, invadiendo todo como hongos luego de una lluvia primaveral.

Fue una década durante la cual John W. Campbell reinó como editor de Astounding Science Fiction, desarrollando un plantel de autores jóvenes en los que podía confiar, con los cuales él había comenzado a transformar el campo desde su percepción de lo que iba de un remanso juvenil pasando a algo con serias pretensiones materiales.

Más aún, el mundo insular del Fandom de la CF continuó evolucionando y expandiéndose con más revistas amateurs de CF, tales como Snide de Damon Knight o Futuria Fantasia de Ray Bradbury apareciendo, con clubes que se formaban, más y más grandes convenciones que se sostenían cada año, y lanzamientos de las primeras editoriales pequeñas independientes, tales como Gnome Press.

Finalmente, aparecieron adaptaciones cinematográficas Hollywoodenses de primer nivel de clásicos de la CF tales como “El enigma de otro mundo” de Campbell y “El día que paralizaron la Tierra” de Harry Bates, ahí encabezando todo.

Los años ’40 fue una década de transición en otro sentido ya que novelas de CF del mundo académico finalmente se agotaron y antologías conteniendo cuentos cortos y novelas cortas escritas por ascendentes autores pulp empezaron a aparecer en un nuevo mercado masivo: los libros de bolsillo y el formato edición popular.

Entre los últimos valores atípicos de escritores académicos estaba SIRIO de Olaf Stapledon, publicado en 1944. En esta transgresora novela sobre un perro con inteligencia humana, Sapledon se saltea la parte controversial y en algunos momentos parece refutar los argumentos religiosos sacados a luz por su contemporáneo C. S. Lewis, y Sirio busca a Dios y en conversaciones con un sacerdote local se siente desilusionado en su búsqueda de encontrar a las cosas sentido. Logra encontrar una parte de esto en su amor por Plaxy, la hija humana del científico que le dio inteligencia. Juntos, los dos comparten un amor prohibido que estaba destinado a fracasar.

Un año antes, en 1943, Lewis publicó el segundo volumen de una serie que comenzara con OUT OF THE SILENT PLANET. En PERELANDRA, Ransom, el protagonista del primer libro, viaja a Venus y descubre un mundo paradisíaco completo, hasta con su eva, llamada Tinidril que busca su Adán. Se les otorga el deambular libremente por todas las islas flotantes del planeta pero se les prohibe poner pie en tierra firme. Pero un Edén sin pecado se ve amenazado con la llegada del científico materialista Weston y juntos, él y Ransom entran en una serie de debates filosóficos con la intención de hacer que Tinidril obedezca o no obedezca una orden divina para poner pie en tierra firme.

Lewis completó su trilogía con ESA HORRIBLE FORTALEZA en 1945.

Una tercera entrada en las apuestas de la novela académica fue 1984 de George Orwell, publicado en 1949. Nos cuenta la historia de la lucha de un hombre por su libertad personal en una sociedad totalitaria. Siendo ostensiblemente una crítica al comunismo, el mensaje de la novela grita más fuerte que nunca que cualquiera del mundo de hoy con su habitual .... de lo políticamente correcto.

Mientras tanto, las contrapartes pulp de Stapledon y Lewis estaban sumamente ocupados escribiendo relatos que finalmente se convertirían en novelas. De las más seminales estaba SLAN, aparecida en Astounding Science Fiction en 1940. En ella, la historia de A. E. Van Vogt describe al joven Jommy Cross como la última esperanza de su raza de super humanos. Jommy debe hallar un modo de salvar a los Slans incluso cuando los humanos los cazan hasta casi exterminarlos.

Astounding golpeó duro otra vez en 1941 no con una sino con dos importantes relatos de CF, incluyendo a “Dios microscópico” de Theodore Sturgeon. En él, un científico crea un mundo artificial de seres microscópicos que viven a un ritmo acelerado. Debido a esto, evolucionan rápidamente y avanzan más allá de la ciencia humana así que su creador, que se ha erigido en su dios, puede eventualmente aprovecharse de sus inventos.

En la misma línea, Robert Heinlein en “Los hijos de Matusalén” se centra en la familia Howard que ha logrado una alargar sus vidas extrordinariamente por medio de la crianza de una raza selectiva. Pero otros no lo creen y cuando insisten para que los Howard revelen su secreto para alargar la vida, el patriarca Lazarus Long sugiere que la familia abandone la Tierra para buscar un mundo propio.

Nuevamente de las páginas de Astounding llegaron otros dos relatos importantes de autores recién aparecidos. Apadrinado por Campbell, Isaac Asimov se había convertido en un soporte de la revista para cuando “Fundación” hizo su aparición en 1942. una historia que finalmente crecería hasta ser una serie de novelas en tres volúmenes (con más agregados en décadas posteriores), propone la creación de un grupo cuya intención es preservar el conocimiento contra la caída del imperio galáctico. Luego de eso la fundación estaría ahí para ayudar al ascenso de una nueva civilización y esperanzadamente reducir la posibilidad de la llegada de una era oscura.

Lester del Rey, contemporáneo de Asimov, la pegó el mismo año con “Nervios”, una de las primeras historias, si no la primera, que trataba el tema de un accidente nuclear en una planta de energía.

Quizás quitando “Sirio” de Stapledon, Clifford Simak con Ciudad (1944) aparece como el primer intento de varios relatos luego reunidos en un libro del mismo título que trata sobre una Tierra futura abandonada por los humanos y dejada a perros inteligentes. Son estos perros abandonados los que cuentan las historias de cómo el Hombre dejó las ciudades por un estilo de vida rural y finalmente su huida hacia el espacio.

El veterano de la CF Jack Williamson hizo su exitoso salto del space opera a la nueva onda de una CF más seria cuando su relato “Con los brazos cruzados” apareció en Astounding en 1947. la historia nos cuenta sobre unos robots llamados Humanoides, inventados para servir a la Humanidad pero que finalmente se exceden en su programación para asegurarse de que ningún humano resulte lastimado. ¿Cómo? Volviéndose sus amos impiadosos.

Los años ’40 marcarían un período que le permitió a la CF triunfar en los ’50 y adentrarse ya en los ’60 cuando el género finalmente hallaría que su pico comenzaba a enlentecerse. Para cuando el nuevo siglo llegó, el campo se convirtió en una pálida sombra de su una vez vibrante pasado, agregándole un notorio realce a lo que en retrospectiva ahora podemos confirmar como lo que fue la Edad Dorada de la CF.


Pierre V. Comtois es un reportero gráfico que reside en Lowell, Massachussets, y que publica y dirige Fungi, the Magazine of Fantasy and Weird Fiction en forma intermitente desde 1984. Su último libro es Marvel comics en los años ‘80s. Otros volúmenes suyos sobre el mismo tema aparecieron en 2009 y 2011. Comtois ha contribuido con relatos a distintas revistas con el correr de los años, tales como Haunts, The Horror Show, Thrilling Tales... También ha publicado para Cryptic Publications y Rainfall Books y posee varias antologías de renombre. Sus novelas incluyen Strange Company y Sometimes a Warm Rain Falls; su obra de no-ficción inlcuye Our Lives, Our Fortunes, Our Sacred Honor; y posee también libros de cuentos como The Way the Future Was,The Portable Pierre V. Comtois,


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